La mujer del vestido gris caminaba muy despacio mientras observaba todo lo que se encontraba a su alrededor: las plantas, los árboles, la tierra húmeda, las huellas de las ardillas… Pronto encontró lo que buscaba. Se acercó muy despacio a un matorral de hojas secas y flores rojas y empezó a oler cada una de las flores. A continuación las palpó con cuidado y arrancó un pétalo de cada una de ellas. Guardó todos los pétalos en uno de los bolsillos de su vestido.
Al instante, el matorral se quedó sin flores y las hojas secas se deshicieron. El matorral se transformó en polvo y después el polvo desapareció. La mujer de gris sonrió para sí y metió su mano izquierda dentro del bolsillo donde estaban los pétalos que había guardado, tomó uno de ellos y lo enterró con cuidado en la tierra que se había quedado desnuda. Suspiró y siguió caminando por el bosque. Sus pasos eran firmes. Comenzó a refrescar y decidió ponerse la capucha de su vestido sobre la cabeza. Al momento oyó un sonido que resultaba muy extraño en aquel bosque. Era el llanto de un bebé.
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oye, esto es precioso. Lo ahs escrito tu? si es así te felicito de verdad, porque es una maravilla, es envolvente y recrea la sensación, el clima... me encanta... y por supuesto las fotografías también :)
ResponderEliminarAins muchas gracias! Sí, lo he escrito yo... Ahora pondré otra entrada porque espero poder hacerla en tiempo real... Muchas gracias! Viniendo de una persona tan creativa y de tanta sensibilidad como tú es todo un halago!
ResponderEliminar¡ Qué preciosidad, Elora!!!! He leído las dos entradas y son una maravilla!! Me alegra muchísimo volver a leerte. Tienes una sensibilidad especial y estos textos son tannnn bonitossssss.... Espero que sigas escribiendo cositas para poder leerlas ¿ Eh? Muchos besitos!!
ResponderEliminarMuchas gracias Aurora! Me alegra mucho leer esto. Me anima mucho a seguir. Un besote muy grande!
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